La presente muestra explora a través de la escultura una serie de fenómenos en los que las fuerzas físicas interactúan con los elementos naturales, generando formas que son traspoladas a la escultura como una síntesis conceptual de su manifestación visual.
Si bien, entendemos lo telúrico como lo sísmico, lo representado gráficamente en la obra denominada Fuerzas dinámicas, Intensidades puras, aborda esas vibraciones, así como otras manifestaciones que conciernen al tellus, o sea la tierra o lo telúrico; conformaciones del paisaje replanteadas o reinterpretadas se hacen visibles en Cordillera invertida, Del origen de las formas de la tierra o Perfiles, que representan la orografía y su paisaje con los plegamientos de la corteza terrestre.
Destaca la pieza que da título a la exposición, Tensión superficial, cuyo nombre deviene de la fuerza que actúa tangencialmente por unidad de longitud en el borde de una superficie libre de un líquido en equilibrio y que tiende a contraerse cohesionando su exterioridad, como las gotas que penden de un filo; ejemplo de la investigación de los fenómenos físicos que fueron reinterpretados escultóricamente, ya que la pieza se presenta como un candil del que cuelgan ciento treinta piezas de porcelana a manera de estalactitas o carámbanos de hielo, aportándole a este fenómeno natural una poética que llega a entenderse como un metáfora epistemológica del planeta y sus elementos.
Gloria Carrasco entiende la materia como una parte que conforma la escultura junto con el espacio y lo intangible, lo que la ha llevado realizar piezas “instaladas” en las que busca generar en el espectador una apreciación integral a nivel sensitivo; ejemplo de ello es la obra denominada Interfaz cielo-tierra, a la que integra sonido, que se activa a través de un sensor de presencia, y que está conformada por quince discos, con la representación visual de la poderosa descarga electroestática natural conocida como rayo.
Llama la atención como convierte en gráfico lo tridimensional y viceversa, sin que pierda su sentido de vinculación con lo real y lo existente; esta conversión de la realidad en una síntesis, se manifiesta en Naturaleza interrumpida, en la que recrea el barro después de su deshidratación que lo fragmenta en parcelas, dejando grietas representadas por un enrejado metálico donde el barro se convierte en vacío.
Asimismo, realiza una síntesis de las formas naturales como lagos y dunas, reduciéndolas al mínimo de su iconicidad, para dotarlas de una mayor fuerza expresiva en los altorrelieves denominados Aguas perdidas y Paisaje de arena y viento.
Así podemos decir que en la presente exposición, esta destacada escultora transita entre la cerámica y el empleo de otros recursos formales, mediante los cuales encuentra el equilibrio de la forma convertida en volumen escultórico, y que incursiona en la instalación como un medio tridimensional de reflexión entre la materia y el espacio.